La crisis sanitaria por coronavirus podría traducirse en una emergencia alimentaria en Latinoamérica y El Caribe, alerta el canciller mexicano Marcelo Ebrard; por ende lanza un llamado para trabajar de manera conjunta y no se convierta en una realidad que trastoque a la población de Iberoamérica.
Hemos venido trabajando en conjunto CELAC y la FAO para que este escenario no llegue a ser una realidad en los próximos meses en América Latina y el Caribe, si sabemos cooperar y organizarnos, señaló.
Ebrard dijo que Latinoamérica tiene mucho que proponer, pues en el caso de México se han tenido acercamientos con el gobierno de China, la Unión Europea, y con más naciones del mundo para proponer diversas soluciones que ayuden a salir de la pandemia.
DESEMPLEO Y POBREZA
Por su parte, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de CEPAL, aseguró que el hemisferio está en la peor crisis desde hace un siglo, donde habrá contracción económica y la pobreza aumentará 37%.
Tendremos 44 millones de desempleados y estamos ante una década perdida en todo lo que significa lo social y lo económico. Nos preocupa el cierre de empresas, pero sobre todo de las que se dedican a la producción de alimentos.
Enfatizó que en México se tendrá un efecto por el desempleo en Estados Unidos, pero sobre todo hacia la población migrante, donde se estima que las remesas caigan entre 10 y 15%; situación que tardará por lo menos cuatro años en normalizarse.
Ebrard y Bárcena hablaron así durante el seminario Acción Multilateral para impedir que la crisis sanitaria se convierta en crisis alimentaria, organizado por la FAO.
